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lunes

Celos ¿Amor o Enfermadad?

El amor y los celos están íntimamente relacionados, ya que quien ama permanece habitualmente en estado de alerta hacia la otra persona. Los celos en pequeñas dosis son saludables e incluso pueden calificarse de románticos pero cuando son excesivos pueden resultar enfermizos y llegar a causar irremediable dolor.
Los especialistas consideran que los celos surgen en aquellas personas inseguras que no confían en que su pareja sea capaz de quererle y de serle fiel. Cuando una persona tiene la autoestima por los suelos, le resulta difícil llegar a creer que alguien pueda fijarse en ella, por lo que empiezan las dudas y se llegan a ver traiciones donde realmente no las hay.
El principal problema de las personas celosas es que su curación es prácticamente imposible, aunque sí que se puede alcanzar un cierto control. La mejor vía de dominar los celos es hablar abiertamente de ellos a la persona que se los provoca y al especialista. En toda relación es fácil que se produzcan los irremediables celos por temor a perder al ser querido, pero uno debe ser capaz de controlarlos para lograr ser feliz. Y es que la persona celosa difícilmente puede ser feliz, ya que sus deseos por controlar a su pareja continuamente y sospechar de cada uno de sus actos imposibilitan esta opción.
Creatividad de la mente Y es que la mente es una de las "máquinas" más creativas que existen y que actúa de forma automática. Cuando una persona permite que los celos se manifiesten en su forma de ser y comportarse, su carácter se ve dominado por ciertas ideas falsas o verdaderas. La persona empieza a ver cosas que no son ciertas, llegando a acusar a otras personas sin tener pruebas.
Los celos son, como hemos dicho, la falta de confianza en uno mismo y en la pareja. Se trata de una actitud obsesiva que encadena situaciones innecesarias que se pueden evitar bajo un adecuado análisis. En muchos casos, la persona celosa actúa impulsivamente, de forma inadecuada con la pareja, y una vez que se ha dado cuenta del error que ha cometido se arrepiente y se disculpa. No obstante, el tiempo va pasando y el error se vuelve a cometer, lo que sin duda llega a deteriorar una relación.
Una serie de recomendaciones pueden ayudar a la persona celosa, pero siempre que ella desee con todas sus fuerzas acabar con esta actitud obsesiva. Las personas celosas deben identificar si existen realmente razones para sentir celos. En caso de que existan motivos para expresarse de tal forma, éstos se deben expresar inmediatamente a la otra persona, con la finalidad de evitar malos entendidos y un deterioro en la relación.
También es recomendable hacer un lista de las ideas o celos, escribiendo junto a cada uno las razones que le hacen pensar en ellos y las pruebas que tiene para que sean ciertos sus pensamientos. Asimismo, se debe eliminar la palabra "celos" de su vocabulario porque hace referencia a una actitud no deseada. En lugar de decir "soy celoso" es mejor decir "actúo celosamente", ya que de esta manera se hace referencia a un hecho concreto y no a la propia identidad de la persona.
La celotipia es un síntoma más que una enfermedad. Se pueden identificar dos tipos de celos: de pensamientos buenos y de pensamientos malos. Ambos tipos se basan en la suposición errónea de que uno tiene derecho sobre la vida de su compañero o compañera, especialmente sobre la vida sexual de esa persona. Los sentimientos de celos surgen cuando la suposición irreal de que poseemos a nuestro compañero o compañera parece ser amenazada.
Los celos buenos se caracterizan por la retención de pensamientos básicamente buenos sobre nuestro compañero o compañera, aún cuando se genere dolor. La mayoría de la gente puede experimentar varios grados de celos buenos sobre su compañero o compañera. Los celos buenos no siempre significan que la persona que siente celos es insegura o posesiva, especialmente,si los celos se experimentan como sólo una emoción pasajera. Los celos buenos, inclusive si son muy dolorosos, raramente infligen daño profundo o permanente en ninguna de las dos personas en la pareja, ni en la relación.
Los celos malos son una reacción destructiva y mística que de la nada inventan pensamientos malos e injustos sobre el compañero o la compañera de uno. Esos malos pensamientos frecuentemente son bien disimulados, pero son insidiosamente destructivos para las emociones de ambas personas en la pareja.
En contraste a los celos buenos en que se retienen buenos sentimientos sobre el compañero o la compañera, los celos de pensamientos malos le impiden a la persona celosa conocer, aceptar, recordar o creer los valores del compañero o la compañera que es víctima. En su lugar, una amargura irreal, cinismo o malevolencia hacia la víctima son conjurados por los celos malos. Tales ilusiones negativas generalmente están arraigadas en experiencias pasadas que no están relacionadas al compañero o compañera que es ahora víctima. La víctima generalmente siente que la persona con celos le proyecta información indicando que él o ella es mala persona. Esto causa que la víctima responda con mayor perplejidad y asombro, seguidos por coraje, disgusto y un sentido de injusticia. Esas emociones negativas generalmente continúan aumentando hasta que finalmente sobrepasan todos los buenos sentimientos y valores entre las personas. En ese momento el amor y la relación son destruidos.
La persona celosa no acepta la posición de elección libre que es necesaria para construir una relación romántica fuerte, saludable y permanente. El compañero o compañera con celos se encierra en la idea falsa de que cualquier relación o aventura externa representa una amenaza o privación. Además, la persona con celos erróneamente juzga a su compañero o compañera en términos de experiencias y relaciones externas no relacionadas con la relación presente, en vez de juzgar en términos de su relación actual.

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